Istaariano-Jinetes del viento (Parte 5)

Esas palabras me sientan como un mazazo. Me hubiera sentado mejor que me dijeran que mi familia estaba muerta, pues prefería eso a que estuvieran vivos pero no pudieran salir del lugar donde se encontraban.

   —Ilika, ¿por qué le has traído?

   —No lo sé—contesta el ser invisible—, esperaba que él pudiera ayudarnos.

Aquella frase me saccó del trance en el que estaba inmerso.

—    ¿Cómo podría ayudaros yo?—pregunté—Tan solo soy un humano, como bien habéis dicho.

—    Y aún así reúnes los requisitos para ser un Jinete—dijo Ruxio.

—    Sin ti no seremos ni la mitad de poderosos—explicó Ilika.

—    ¿Y por qué no?

—    Por qué así lo dice nuestra regla primaria: “Tres forman la unión perfecta, y tres la máxima fuerza representa. Cuando los tres se unan el poder perfecto resurgirá”

—    ¿Lo que quiere decir qué?—  interrogué yo, inquisitivo.

—    Que cuando aceptes tu condición seremos capaces de acabar con los corruptos Jinetes del Fuego.

Ante estas palabras me di cuenta de algo que había visto la noche anterior. Entonces, al fijarme en el ser invisible, recordé que era lo que había visto ayer.

  —Ilika, tú nos estuviste observando anoche, ¿verdad?

Ante esto desvió la mirada, por lo que conocí inmediatamente su respuesta.