—Bien pues, ahora que
estamos solos, comencemos por lo básico. No hay mucho tiempo así que presta
atención a lo que te digo y concéntrate todo lo que puedas. ¿Sabes lo que es la
esencia?-- al ver que no digo nada y me quedo pensando, prosigue con la
explicación— La esencia es el poder y la fuerza de tu espíritu, estás aquí para
entrenarlo saber dominarlo. Parte de
ella reside en nuestras armas, en tu caso es Sasha, en el mío…—cierra los ojos
y abre la mano, tras dos segundos, aparece una pequeña daga con una luna
gravada en la empuñadura— en el mío es Grisam. Y lo que acabo de hacer es
llamarle.
—¿Entonces tú estabas
separado de él? Es imposible.
—Imposible para ti, de
momento. Cuan más grande es tu esencia, más control tienes sobre ella. Ven,
sígueme hasta ese puñado de espadas, te enseñaré a identificar a Sasha entre
otras como ella, así sabrás qué color tiene tu esencia y se te hará más fácil el
entrenamiento.
Cuando estamos frente a
las armas, desenvaino a Sasha y al colocarla junto a las demás, extrañamente me
siento mal. No quiero separarme de ella y siento que si Aarón o cualquier
persona la toca, soy capaz de atravesarle el pecho pero me concentro en lo que
él me dice y no en ese sentimiento.
—Cierra los ojos—ordena
Aarón—. Las mezclaré entre ellas y antes de que abras los ojos, agáchate y
tócalas todas. Busca una unión entre vosotras, calor, frío, vibración,
cosquilleo, no importa qué, pero algo que te resulte diferente. Cuando creas
tenerla busca un color, debe aparecer uno en tu mente....
Lo hago, pero cada dos por tres siento una punzada en el pecho, como si me golpearan directamente y entonces...
—¡Basta! No vuelvas a
tocar a Sasha—cuando abro los ojos, el cuello de Aarón está entre mis manos y
estoy apretando con todas mis fuerzas. Aparto una de las manos y Sasha aparece
en apenas un segundo. Inmediatamente me doy cuenta de lo que sucede y me aparto
de él asustada y temblando— Yo… mierda, lo siento. No sé qué me ha ocurrido.
Espera que te ayude a
levantarte.
levantarte.
—No…—dice apartando mi
mano— Estoy bien de verdad. Ha sido impresionante, le has llamado sin apenas
esfuerzo y sentiste cuándo tocaba a Sasha…
—En todo momento. —aseguro.
A pesar del daño que le
he hecho, sonríe.
—Bien pequeña… aprendes
más rápido de lo que pensaba, pero esos impulsos no pueden existir, sino
podríamos tener problemas algún día de estos. Pasemos a lo siguiente. Sujeta la
espada —lo hago— ¡No, no y no! No estas cogiendo un palo cualquiera, debes
tratarle con dulzura, pero firmeza. Siente que es una extremidad más de tu
cuerpo y muévete, ligera, ágil…
Pero que ha pasado aquí!!! Me gusta eso de que te sientas mal cada vez que te apartas de sasha. Muy bueno, pero hace un par de capítulos que espero que comience la guerra uuuuuuuuuuggguuuuauugugu!!!!!! exijo la guerra!!!!
ResponderEliminarMuy bueno, Noa. Mola como sientes cuando alguien toca a Sasha, ya solo falta que la sujetes bien.
ResponderEliminar