Saludos

Saludos a los valientes que aquí os adentrais. Vereis varias historias escritas por nosotros, los jinetes. Algunas mas largas, otras con menos contenido por el momento, pero todas igual de apasionantes.
Os aseguro que lo pasareis bien disfrutando de la lectura.
Un saludo.

Los Tres Jinetes

jueves, 6 de septiembre de 2012

NOA- Jinete sin retorno (parte 3)


La velocidad hace que mi corazón vuelque varias veces y no dejo de asombrarme pues estos caminos y paisajes son imposibles. Tras salir de aquel precioso prado, el terreno era árido, prácticamente sin ningún tipo de vida, y repleto de altibajos y grandes rocas que debimos rodear. Después, seguimos cabalgando hasta llegar a un bosque donde la luz del sol no llega a tocarnos por todas las hojas que hay sobre nuestras cabezas. Varias han sido las veces que hemos tenido que bajar del caballo pues no podemos pasar montados en él.
Al salir del bosque estaba hambrienta y dolorida, llevábamos horas cabalgando y el trasero me estaba matando. Miro hacia arriba y no alcanzo a ver el cielo, tan solo una montaña que llega hasta donde me alcanza la vista.
—Eros, hay una montaña, —le digo yo —nos habremos perdido…
—Pues claro que no pequeña, sé muy bien donde nos encontramos —responde riendo — nuestro destino se encuentra justo delante de nosotros. No todo lo que parece ser, tiene porque serlo. Y aquí se encuentra un claro ejemplo — mientras dice esto, se quita el guante negro de la mano derecha y extiende su brazo frente a él.
A su lado, Axel hace lo mismo y tras pararse unos segundos para respirar profundamente con las manos junto a la montaña, abren los ojos al mismo tiempo, como si despertaran de un extraño trance. Después, un sonido chirriante resuena en las montañas e invade mi cabeza y mis oídos tan intensamente que creo que no puedo soportarlo. Cuando caigo al suelo, el sonido se detiene y de las palmas de las manos les sale un fuerte viento parecido a una onda invisible azota las enormes paredes de piedra y nuestros cuerpos.
—¡¿Qué….qué ha sido eso?! —les pregunto atónita. Mi voz suena débil y asustada como nunca antes — ¿esto es real?
—Te acostumbrarás como nosotros hicimos un día, esta es la única manera de entrar en la montaña —responde Axel con tono paciente y tranquilo como si ver moverse una montaña hacia los lados fuese normal.
Cruzamos por un largo pasillo en fila de uno, el primero era Eros y con su enorme espalda y armadura no me dejaba ver más allá de su cabeza. Yo iba completamente asustada, agarrada del brazo de Eros, del que no me había despegado desde que entré en este extraño mundo. Después de mí venían los caballos que parecían mucho menos alterados que yo, y el último era Axel que tras de él cerraba  de nuevo la montaña con aquel horrible sonido.

5 comentarios:

  1. Oye, eso de que estabas asustada se me da que es toda una excusa para manosearte al Eros jejeje
    Bueno, a ver cómo continúa esto, ¡cuánto misterio! ¿de dónde son Eros y Axel? Dale dale, sigue con la historia que queremos saber qué hay dentro de la montaña. Lo único que tienes que cuidar es que se te escapa algún tiempo presente. En cuanto pueda te mando por mail algunas sugerencias, porque aquí se hace difícil.

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  2. Muy bueno, Noa.
    Me gusto bastante y con ganas de más,¡no pares ahora! A saber lo que habra hay dentro.

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  3. Te mato Ista!!!! es "habrá ahí" no habra hay... ajjajajjajaj aunque sean comentarios, cuida tu lenguaje muchacho o te daré con el bate ¬¬

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  4. Este polluelo se tiene bien merecido un par de garrotes

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  5. Oye, oye, que lo único que me merezco es un premio por la falta ortográfica más original

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